“Bruce Jenner y otros
como él son dignos de compasión. Su vida es una tragedia que se empeora cada
día por las decisiones equivocadas que siguen tomando. Reconocer esto no es
atentar contra su dignidad. Todos los seres humanos tenemos una dignidad
fundamental que nace de tener en nosotros la imagen de Dios, de ser sus
criaturas. Pero reconocer que todos tenemos dignidad no significa aceptar como
buenas las ideas o las conductas de todos. Respetar a alguien no significa dar por bueno todo lo que dice o hace. La Biblia
dice que "con misericordia y verdad se corrige el pecado". Compasión
no significa complicidad. En la antigüedad llamaban una quimera a un animal
compuesto por partes de diferentes animales. Algo "que se propone a la
imaginación como posible y verdadero, no siéndolo". Nadie puede ser mujer
habiendo nacido varón. La imagen que se vende en la revista Vanity Fair es una
apariencia. Literalmente es inducir a error a nuestros niños y jóvenes,
particularmente aquellos que se debaten ante la definición de su sexualidad.
Callar ante esta mentira es hacernos cómplice de ella. Es permitir que la
tragedia de uno contagie a muchos. Es
importante resaltar que la misericordia que Dios nos ofrece tiene un requisito
fundamental, el arrepentimiento. Espero que Bruce Jenner algún día reconozca su
error delante de Dios y se arrepienta.”
-Dr. Cesar Vázquez
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