No existe
duda alguna de que la llamada psicología moderna ha estado sufriendo grandes
cambios y alteraciones desde hace varias décadas, cambios que la alejan de su
principal objetivo que es ayudar al ser humano a lograr la salud integral. Se
sabe que en tiempos modernos existen grandes divisiones de pensamientos entre
los mismos psicólogos y estudiosos de la sociedad y el ser humano. Gran parte
de estas diferencias responden a las nuevas tendencias de ideologías sobre la
sexualidad humana.
(La verdad versus la mentira)
Por ejemplo, hay multitud de psicólogos, psiquiatras,
especialistas y psicoterapeutas que predican en contra de la llamada
PERSPECTIVA DEL GÉNERO, mientras que hay muchos otros
que defienden vehementemente esas ideologías por considerarlas “igualitarias”
entre los sexos. Para el grupo de psicólogos o psicoterapeutas conservadores,
la llamada “Ideología del género” atenta contra la salud integral de los niños al
presentarle un currículo que los confunde a temprana edad y los lleva por
senderos equivocados que destruyen su identidad y su inocencia. Sucede que la
Perspectiva del género predica que la sexualidad no está atada al
sexo con el que se nace sino que lo proponen como una construcción social. Para
los psicólogos conservadores, no existe tal construcción social, sino que la
misma naturaleza determina lo que es para el hombre y lo que es para la mujer
de forma definitiva y contundente. Los conservadores afirman que el cerebro del
hombre es muy diferente al cerebro de una mujer y cada cual se complementan. En
cambio, la Perspectiva del género viene a desestructurar no solo esas ideas
sino al ser humano mismo. (Vea el tema: El cerebro sí tiene sexo / IDEOLOGÍA DE GÉNERO Y DESESTRUCTURACIÓN DE LA PERSONA (Por: Prof. MARÍA CALVO CHARRO)) Hoy día existe un gran cisma entre aquellos que en sus profesiones
relacionadas al cuido mental de las personas se nutren de diferentes fuentes.
Los que se nutran de la fuente de la naturaleza del hombre tratan de defender
el núcleo familiar contra las tendencias liberales. En cambio, aquellos psicólogos
que se nutren de las tendencias modernas y de ideologías liberales no están midiendo
claramente el impacto social que tendrán sus posturas sobre la generación presente
y la venidera. Los psicólogos liberales están derribando todas las murallas de
defensa que tiene el núcleo familiar para abrirlo a las llamadas “vertientes
sexuales”. Dichas “vertientes” surgieron cuando ciertos grupos de la sociedad
destruyeron, cambiaron, y adulteraron la definición de los que es el:
matrimonio, la familia, sexo, y estructura familiar. La tragedia de esas
llamadas “vertientes” u “orientaciones sexuales” consiste en que al destruir el
significado del matrimonio y de la familia, ahora pueden crear a gusto y gana
cualquier tipo de unión por más aberrante que pueda ser. Es decir, que al
cambiar el lenguaje legal que define la constitución y las terminologías tanto políticas
como de otras índoles, ahora no solo tienen espacio parejas del mismo sexo,
sino también toda clase de reclamos de uniones de “matrimonio” como por ejemplo
aquellas que hacen grupos de pedófilos como NAMBLA (North American Man / Boy
Love Association), grupos de polígamos, y otras tendencias que contra la
naturaleza y contra el sentido común, ahora se encuentran dentro de esas “vertientes”
u “orientaciones” sexuales. La tragedia no termina aquí. Sucede que dichos
grupos no solo practican sus abominaciones en privado, ahora han establecido currículos
educativos en las escuelas para hacer de sus hijos conejillos de indias
experimentando con la sociedad completa. Todo esto respondiendo a las
tendencias seculares, liberales y antifamilias de grupos políticos adinerados
que prefieren seres humanos completamente manipulables, antes que tener una familia
conservadora que brinde dirección y valores a sus hijos. Los psicólogos a
quienes verdaderamente les importa la salud y el bienestar de la sociedad
levantan la voz contra estas atrocidades que está cometiendo la política contra
la ciencia, la salud, la medicina, y la verdad, mientras que los psicólogos mediocres
y liberales les importa poco el impacto social mundial que tienen y tendrán estas nuevas ideologías que impuestas en
contra de la voluntad de los pueblos se han convertido en un monstruo político
que no respeta ni la democracia, ni la salud social. Ahora hay claramente dos tendencias
en la ciencia, aquella que respeta la verdad y aquella que responde a la
mentira. Ambas de diferentes formas impactando la sociedad. La primera, de
buena fe y de buena voluntad, llevando información valiosa a la familia, y la otra,
todo lo contrario, llevando la mentira y la desinformación en todos los medios.
Finalmente será sobre nuestros hijos, y los hijos de nuestros hijos que se verá
el fruto de semejantes diferencias. Nos compete a nosotros como padres sembrar
la verdad en nuestros hijos y no permitir que caigan en las manos de gente y
tendencias inescrupulosas que vienen con la meta de destruir la familia.
Construyamos familias fuertes donde nuestros hijos crezcan de forma vigorosa en
valores, en amor y en la verdad.
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